El festival de deportes de interior se centró en la alegría del movimiento. En el pabellón deportivo se instalaron catorce estaciones diferentes con temática selvática. Las estaciones consistían en trepar, hacer equilibrios, saltar y lanzar. También había una estación de relajación. Los alumnos pudieron probar las distintas estaciones en pequeños grupos. Cada grupo contaba con el apoyo de un padre. A veces no sólo hacía falta habilidad o velocidad, sino también valor para superar un obstáculo. Todos los participantes se divirtieron mucho y los niños pudieron descargar toda su energía durante las dos horas.